Green At Heart: Claves para una sostenibilidad realista en las pymes

Impact Hub Madrid fue escenario de un inspirador encuentro del proyecto europeo Green At Heart, centrado en cómo impulsar la sostenibilidad en las PYMEs desde un enfoque práctico y realista. El evento reunió a expertos en criterios ESG, representantes públicos, académicos y responsables de pequeñas y medianas empresas para presentar los primeros resultados del proyecto e identificar conjuntamente barreras y oportunidades en la integración de la sostenibilidad en estas organizaciones.

Decálogo para que la transición sostenible sea una gran oportunidad

La sesión contó con la intervención destacada de la politóloga y experta en sostenibilidad, Cristina Monge que dejó claro que impulsar la sostenibilidad ya no puede generar dudas, la pregunta que hay que hacerse es, ¿por qué hacerlo?. Su respuesta fue contundente: “La sostenibilidad es competitividad. No solo por una cuestión ética o climática, sino porque anticiparse, ser más eficiente y comprender mejor el entorno —y a la propia empresa— se está convirtiendo en una ventaja estratégica imprescindible.

Monge propone un decálogo para que la transición ecológica se convierta en una gran oportunidad para empresas y sociedades. Algunas de sus claves más destacadas fueron:

  • Politizar la transición, es decir, asumir que no hay soluciones neutras. ¿Es mejor un vino ecológico traído desde 400 km o uno no ecológico producido por una bodega local? La sostenibilidad exige decisiones complejas, con conciencia territorial y ética.
  • Negociar un nuevo contrato social con la biosfera: repensar nuestra relación con el territorio donde operamos. El planeta no es solo el escenario; es el terreno de juego.
  • Redefinir el progreso y el bienestar. ¿Qué significa hoy desarrollarse? ¿Qué futuro queremos construir?
  • Trabajar con propósito, mirando al futuro. Cada negocio debería hacerse esta pregunta: ¿hacia dónde quiero ir?
  • Conquistar la «licencia social»: hoy no basta con cumplir la ley, hace falta la aceptación de la comunidad, la legitimidad que da la confianza.
  • Deliberar con la gente, con los clientes, con el entorno. Escuchar lo que esperan de nuestros proyectos y generar conversaciones valientes.
  • Actuar, exigir, votar. Las empresas y pymes deben decidir cómo quieren posicionarse ante la sostenibilidad. Y como ciudadanía, podemos exigir que esta transición esté en el centro de nuestras decisiones políticas.
  • Renunciar a la solución perfecta. No hay recetas mágicas: solo soluciones parciales que deben revisarse constantemente.
  • Poner el conocimiento al servicio del cambio. Repensar los modelos, pedir ayuda, dejarse acompañar.
  • Entender esta transición como una oportunidad real: para innovar, para reparar lo dañado, para asegurar que la vida siga siendo posible.

Porque la sostenibilidad no es solo una obligación, es la brújula que nos orienta hacia un futuro viable y justo.

Buenas prácticas, aprendizajes y recomendaciones

También los socios internacionales del proyecto desde Ámsterdam y Viena, compartieron perspectivas comparadas y buenas prácticas aprendidas durante los 2 años de transcurso del proyecto.

Uno de los principales objetivos del evento fue cocrear recomendaciones para responsables políticos, de cara a construir una hoja de ruta más viable para que las pymes puedan adaptarse a los nuevos marcos normativos europeos, como la Directiva de Reporte de Sostenibilidad Corporativa (CSRD). En este contexto, se abrió un espacio de debate para entender cómo aterrizar la sostenibilidad en la realidad operativa y económica de las PYMEs, muchas veces marcadas por recursos limitados y prioridades urgentes:

  • Brecha de conocimiento:
    Uno de los grandes retos señalados fue la dificultad de aplicar de forma práctica el conocimiento adquirido en materia de sostenibilidad. Se subrayó la importancia de contar con certificaciones como hoja de ruta pero la complejidad que supone su actualización y revisión constante. La falta de perfiles especializados dentro de las organizaciones, así como la concentración del conocimiento en áreas o personas concretas, limita su transversalidad.
    Para superarlo, se propuso fomentar alianzas con universidades y centros de formación, así como crear espacios de intercambio con otras empresas para compartir aprendizajes reales y casos prácticos.
  • Brecha de talento:
    Atraer y retener profesionales con conocimientos en sostenibilidad sigue siendo un desafío. Se destacó la necesidad de comunicar de forma clara y sencilla los beneficios de la transición sostenible dentro de la propia empresa, poniendo en valor buenas prácticas y casos de éxito. Se mencionaron también oportunidades como el pasaporte europeo para captar talento internacional y el fomento del teletrabajo para ampliar el acceso a perfiles especializados sin barreras geográficas.
  • Brecha financiera:
    La dimensión económica fue la más mencionada. Aunque existen ayudas, muchas de ellas cubren solo la fase inicial de los planes de sostenibilidad, sin dar continuidad en el tiempo. Además, las certificaciones suponen un coste elevado y constante debate sobre su retorno. Se pidió mayor adaptación de los recursos disponibles a la escala y madurez de cada pyme, así como una mayor implicación de grandes empresas que impulsen a sus proveedores en esta transición. Por último, se remarcó la necesidad de fondos públicos específicos y mecanismos de colaboración público-privada más efectivos.

Las ideas y aprendizajes extraídos formarán parte de un Policy Paper colaborativo, que reflejará las recomendaciones y necesidades expresadas durante la jornada.

El encuentro dejó una reflexión clara: avanzar hacia una sostenibilidad efectiva y equitativa exige un enfoque realista, adaptado a la diversidad de las empresas europeas, y apoyado en redes de colaboración entre actores públicos, privados y académicos.

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