Una estrategia de sostenibilidad es un conjunto de acciones y procesos que una pyme desarrolla para reducir su impacto en el medio ambiente.
Esto se enmarca en un contexto caracterizado por un incremento de la concienciación climática y la exigencia de responsabilidad por parte de los clientes.
Las pequeñas y medianas empresas pueden hacer modificaciones de valor a la hora de alcanzar objetivos sostenibles. Esto pasa por utilizar materiales reciclables, reformular la cadena de producción o apostar por rutinas de semipresencialidad.
Características de la estrategia de sostenibilidad
Busca reducir el impacto ambiental
Una estrategia de sostenibilidad sólida pone en el centro el impacto sobre el entorno. Por ello, ha de tener en cuenta aspectos como la reducción de emisiones, creación de productos duraderos en el tiempo, gestión eficiente de la energía o disminución de desplazamientos por parte de los empleados.
Está alineada con la comunidad
Una estrategia de sostenibilidad coherente pone el foco en mejorar la calidad de vida de la comunidad donde opera. Esto supone hacer contribuciones caritativas, participar en voluntariados y crear productos seguros y de alta calidad. Las empresas también pueden involucrarse en programas específicos para ayudar a grupos en situación de riesgo.
Pretende mejorar la eficiencia
Una estrategia de sostenibilidad efectiva reduce costos operativos y gastos comerciales. También ayudará a generar una mayor reputación que, normalmente, suele traducirse en un incremento de las ventas. Por otro lado, también potenciará la tasa de retención de los empleados actuales, además de captar talento interesado en compañías con conciencia ecológica. En definitiva, disponer de un modelo sostenible no solo mejora la apariencia de una pyme, sino que también beneficiará a sus operaciones internas y a su nivel de éxito.
Cómo crear una estrategia de sostenibilidad
1. Identificar problemas
El primer paso es la identificación de puntos de mejora. Algunas empresas trabajan con un consultor especializado, a fin de comprender el impacto que generan y estudiar a fondo sus procesos.
Algunos problemas son más evidentes y requieren de soluciones simples (como la reducción de desechos); sin embargo, otras cuestiones no son tan obvias, y es necesario identificarlas para conseguir un cambio efectivo. Si la pyme no se ha comprometido con la comunidad en el pasado, este es otro pilar que ha de tenerse en cuenta, ya que el aspecto social también es parte de la sostenibilidad.
2. Consultar con las partes interesadas y los empleados
Es importante involucrar a las partes interesadas (proveedores, empleados, clientes) en el proceso de creación de la estrategia de sostenibilidad. De estos sujetos depende el éxito de la compañía, por lo que deben involucrarse directamente en el proceso de cambio.
Los empleados constituyen el grupo más importante de todos los que participan. Como personas que trabajan para la empresa y viven en la comunidad local, es probable que tengan ideas de valor sobre aspectos que deben abordarse. Por lo tanto, es indispensable crear programas que alienten a los trabajadores a reciclar en la oficina y participar en actividades de voluntariado.
3. Establecer metas realistas y específicas
Hay que fijar metas específicas, medibles, alcanzables y realistas para que la estrategia sea viable. Esto dependerá de la urgencia de ciertos problemas y la gravedad del impacto que se genera sobre el entorno.
Por ejemplo, antes de participar en una actividad de voluntariado, hay que concretar el grado de compromiso que se desea alcanzar y el impacto que se quiere obtener. Esto permite trabajar para lograr objetivos definidos, sin perder el rumbo en ningún momento.
4. Crear un plan
Una vez se conocen las metas, hay que desarrollar un plan con acciones de valor. Esta planificación debe tener en cuenta los recursos disponibles, además de un presupuesto asumible en el tiempo. Hay que disponer de un cronograma que posibilite seguir los procesos e introducir cambios de última hora.
Si las metas establecidas son de gran calado, puede dividirse el calendario en diferentes etapas. Algunos objetivos pueden tomar más tiempo, y muchas pymes fijan varios años para alcanzar sus objetivos de sostenibilidad.
5. Sigue tu progreso
Para asegurar que la estrategia está funcionando, es importante realizar un seguimiento del progreso. De este modo es posible reevaluar la estrategia y hacer los ajustes necesarios.
Es vital recordar que los cambios no se producen de la noche a la mañana. Hay que trackear los objetivos a largo plazo e informar en todo momento a clientes, proveedores y empleados. Esto demuestra el compromiso de la pyme con el desarrollo de prácticas sostenibles y sirve de garantía de buena praxis.
Los espacios de coworking son ideales para desarrollar procesos de emprendimiento e innovación sostenibles, a través de sinergias y colaboraciones efectivas con profesionales de distintos ámbitos.