Te invitamos a conocer el poder de los talleres como herramienta de desarrollo de nuevas capacidades colectivas. En Somos Impacto hemos colaborado en el diseño, facilitación y búsqueda de conclusiones de muchos de ellos, y te damos las claves para dar los primeros pasos y diseñar un proceso transformador para aplicar en tu organización, comunidad o ecosistema.
Necesitamos nuevas capacidades colectivas para avanzar hacia el futuro vital y viable que todos deseamos. Necesitamos que comunidades, ciudades, territorios, organizaciones y plataformas organizativas con un propósito común estén capacitadas para autoconocerse, consensuar una intención común, trabajar de forma armónica y evolucionar en el desarrollo de su potencial. Necesitamos masivamente hacer comunes nuevos instrumentos que desarrollen estas capacidades.
En este contexto, en Somos Impacto constatamos que un instrumento clave son los talleres. Explorando y experimentando mucho en su formato, dinamización y enfoque, estamos muy satisfechos de los resultados obtenidos al combinar el diseño regenerativo y el Art of Hosting (arte del liderazgo anfitrión).
El diseño del taller empieza por entender que el punto de partida es siempre el ecosistema social: la organización, comunidad, ciudad, territorio o sujeto del proyecto. Así que el primer paso en el diseño es mapear este ecosistema y ponerlo en el contexto de los sistemas más amplios en los que anida, los que le dan su razón de existencia (como un cuerpo se la da a un corazón). Este anidamiento es clave, pues determina el rol natural del sistema, la llave para un desempeño regenerativo (armonía entre ambos) o degenerativo (no estar haciendo lo que le correspondería).
Con este concepto estamos introduciendo en la ecuación una visión del mundo diferente, enfocada en los sistemas vivos en lugar de ser máquinas repetitivas, lo que de manera natural nos abre muchas posibilidades. Aquí se hace un primer diagnóstico para saber dónde el taller ha de incidir más: este ecosistema con el que trabajamos ¿necesita cohesionarse?, ¿necesita revitalizarse?, ¿necesita efectividad organizativa?.
Los elementos del diseño y su nivel de sofisticación son muchos, hablemos de los elementos básicos:
Cuando el diseño contempla esto, fluye, porque nos hemos dado cuenta que es un proceso consustancial a la vida: las personas se sienten en un espacio seguro y se abren a la intención creadora.
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