El triple impacto como ADN del cambio

El concepto del triple impacto, o triple balance, se refiere a una perspectiva empresarial que abarca tres dimensiones fundamentales: económica, social y ambiental. El término fue acuñado originalmente por John Elkington en 1994 para instar a las empresas a considerar no solo su rentabilidad económica sino también sus impactos sociales y ambientales. En 2018, Elkington refinó su concepto en un artículo para la Harvard Business Review, precisando que no era una mera herramienta contable porque “se concibió como un código genético, una triple hélice de cambio para el capitalismo del mañana, centrado en el cambio radical, la disrupción, el crecimiento asimétrico… y el desarrollo de soluciones de mercado de nueva generación”, que irían marginando progresivamente sectores no sostenibles en aquellas tres dimensiones.

 

Del capitalismo de accionistas al capitalismo de partes interesadas

Así, el triple impacto desafió a la ideología del capitalismo de accionistas (shareholder capitalism) proclamada por Milton Friedman en 1970, para quien la única responsabilidad de toda empresa es maximizar las ganancias de sus accionistas. Durante décadas este fue el credo económico predominante.

Pero las cosas empezaron a cambiar. Efectos de la sociedad industrial y postindustrial como el calentamiento global y la contaminación por plásticos se han hecho tan notorios que no pueden seguir siendo ignorados. El daño económico, social y ambiental es inocultable. Por ejemplo, en California y Florida, las compañías de seguros están dejando de emitir pólizas sobre viviendas e inmuebles debido a los altos riesgos atribuidos al calentamiento global, como los mega-incendios forestales, los nuevos huracanes de intensidad y frecuencia nunca antes vistas, y el aumento del nivel del mar.

Propuestas como la de Elkington reconocen la necesidad de incorporar estos aspectos antes desdeñados para poder alcanzar un desarrollo sostenible. Como resultado, se ha comenzado a hablar de un capitalismo de partes interesadas (stakeholder capitalism), como una alternativa más integral que el enfoque Friedman.

Las tres hélices del impacto

Esta aproximación más integral a la actividad humana incluye los tres aspectos ya mencionados:

1. Impacto económico: Según Elkington, el impacto económico además de incluir el balance financiero debe expresar la sostenibilidad económica de una organización. Sostiene que hay un “problema cultural en las empresas, las finanzas y los mercados”, cuyos actores hacen lo imposible por alcanzar sus metas de ganancias, mientras que raramente sucede lo mismo en lo relacionado con la gente y el planeta.

2. Impacto social: Bienestar de los empleados, comunidades locales y otros grupos afectados o partes interesadas. Debe incluir también los costes y efectos negativos en este ámbito.

3. Impacto ambiental: Contribuciones al medioambiente y el entorno natural, cuantificación del impacto negativo y su minimización.

El triple impacto como transformación integral

Pero no se puede insertar sin más el triple impacto en una organización; esto requiere un enfoque estratégico que incluye varios pasos:

  • Evaluación y diagnóstico: Realizar un análisis profundo de la situación actual de la empresa en términos de sus impactos económicos, sociales y ambientales.
  • Definición de objetivos: Establecer metas claras y medibles (KPI) para cada uno de los tres pilares.
  • Integración en la estrategia: Incorporar estos objetivos en la estrategia global de la empresa, asegurando que las decisiones y acciones diarias reflejan estos principios.
  • Medición y reporte: Implementar sistemas para medir y reportar el desempeño en las tres áreas. Es recomendable incluir la adopción de estándares reconocidos internacionalmente.
  • Adaptación y mejora continua: Revisar y ajustar regularmente las estrategias y prácticas, para mejorar continuamente el desempeño en los tres ámbitos.

Tres ejemplos de triple impacto en las organizaciones

El modelo de tres pilares no es simplemente una elucubración de economistas. Está siendo empleado a conciencia por varias organizaciones:

Patagonia, Inc. es un ejemplo destacado de integración del triple impacto. Esta empresa textil ha implementado prácticas sostenibles como el uso de materiales reciclados y orgánicos, y ha donado parte de sus ganancias a causas ambientales.

Danone ha adoptado el triple balance bajo el lema «One Planet. One Health». El 85% de sus ventas globales está cubierto por la certificación B Corp, lo que refleja su compromiso con altos estándares sociales y ambientales, así como con la transparencia y responsabilidad legal. En su reporte anual se pueden ver, entre otros, los KPI usados para medir el desempeño en los tres ámbitos del triple impacto.

La farmacéutica danesa Novo Nordisk implementa iniciativas para reducir su huella de carbono, mejorar el acceso global a tratamientos para la diabetes y otras enfermedades crónicas, y promover un entorno de trabajo inclusivo. Está comprometida con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y reporta sus avances a través de estándares ESG, demostrando su liderazgo en innovación y sostenibilidad. En su reporte anual podemos ver cómo miden y monitorean los KPI en su triple balance.

Relación con la certificación B Corp y los objetivos ESG

Cada vez más los inversores buscan empresas que además de producir ganancias operen de manera ética y sostenible. Los criterios ESG (Environmental, Social, and Governance) constituyen otro marco que se inscribe en esta tendencia para guiar a las empresas en la gestión de sus responsabilidades en los tres ámbitos de medioambiente, responsabilidad social y gobernanza, incorporando un matiz diferente al triple impacto.

Otro instrumento para materializar el compromiso con el triple balance es la certificación B Corp. B Lab, la organización que otorga esta certificación, evalúa a las empresas en función de su desempeño social y ambiental, su transparencia y responsabilidad. Hay 4400 empresas en el mundo con esta certificación, de las cuales 200 están en España. Impact Hub Madrid e Impact Hub Barcelona son organizaciones B Corp.

Directivas de la Unión Europea relacionadas con el triple balance

La UE requiere que las grandes empresas y pymes que cotizan en bolsa reporten riesgos y oportunidades provenientes de su impacto social y medioambiental. En 2014 se aprobó la Directiva de Divulgación de Información No Financiera (NFRD, por sus siglas en inglés), que comprometía a las grandes empresas a divulgar información sobre su impacto social y ambiental. Actualmente ha sido reemplazada por la Directiva de Informes de Sostenibilidad Corporativa (CSRD), que ampliará los requerimientos de divulgación y se aplicará a un mayor número de empresas. Estas deberán informar de acuerdo con las Normas Europeas de Información de Sostenibilidad (ESRS), las cuales han sido desarrolladas por el EFRAG, anteriormente conocido como el Grupo Consultivo Europeo de Información Financiera.

El triple impacto y las políticas públicas

El concepto del triple impacto no se limita al sector privado. Las administraciones públicas y las ONG también pueden adoptar este enfoque para mejorar su efectividad y sostenibilidad. En el sector público, incorporar el triple impacto puede llevar a políticas más integrales que consideren no solo el coste-beneficio económico, sino también las repercusiones sociales y ambientales. Por ejemplo, una política pública que promueva el transporte público sostenible puede reducir las emisiones de carbono, mejorar la salud pública y crear empleos.

Para las ONG, el triple impacto puede mejorar la transparencia y por lo tanto inspirar confianza entre sus donantes, patrocinadores, y la comunidad a la que sirven. Al reportar no solo sus logros sociales, sino también su impacto ambiental y sostenibilidad financiera, pueden demostrar un compromiso integral con su misión.

Innovación y sostenibilidad en una empresa

La innovación en una empresa es clave para lograr el desarrollo sostenible a largo plazo. Integrar prácticas innovadoras que promuevan la sostenibilidad puede ayudar a abordar problemas medioambientales de manera efectiva y a ganar competitividad en su área. Esto puede incluir la adopción de tecnologías verdes, la mejora de eficiencia energética y el desarrollo de productos sostenibles. Puedes sacar ideas de las Leyes de la Innovación que nos propone Saúl Loriente, fundador de Design Thinking España, y ponerte a practicar y entrenar la innovación en tu organización.

El corazón verde de Impact Hub Madrid

Impact Hub Madrid ofrece un espacio propicio para la reflexión y el desarrollo de iniciativas que persigan el triple impacto. A través de eventos, talleres, y una comunidad de emprendedores y profesionales comprometidos con la sostenibilidad, se facilita el intercambio de ideas y la acción colaborativa.

Como acción concreta, Impact Hub Madrid compensa la huella de carbono generada por la actividad de sus seis localizaciones en la ciudad y ha obtenido la certificación Cero CO2 de compensación de emisiones otorgada por la Fundación Ecología y Desarrollo (ECODES).

Además, la herramienta Actúa Sostenible GO de nuestro programa Green at Heart, desarrollada por Impact Hub de Madrid, permite efectuar un autodiagnóstico de las organizaciones, para insertar la sostenibilidad en ellas e implementar estrategias de triple impacto. El uso de la herramienta permite generar un cambio positivo y sostenible en la actividad de la organización.

El triple impacto representa una evolución necesaria en la ética y práctica empresarial, abogando por un equilibrio entre rentabilidad económica, bienestar social y protección ambiental. La adopción de este enfoque puede transformar no solo el sector privado, sino también el público y las ONG, promoviendo un desarrollo más sostenible y equitativo.

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